viernes, 13 de marzo de 2015

Ayudar a los niñ@s con los deberes puede ser contraproducente...

Hola familias,

Para conseguir que los niñ@s tengan buenas notas lo más efectivo es que sus progenitores lean con ell@s, les pregunten por las clases y confíen en sus capacidades. Es una de las conclusiones de una investigación en la que se han revisado 37 estudios al respecto. Compartir con ell@s las tareas solo resulta efectivo cuando presentan dificultades educativas.


Cuando los progenitores tienen altas expectativas académicas de sus hij@s, les animan a leer y les preguntan cómo llevan las clases y los deberes, consiguen que su rendimiento académico mejore.

Así lo revela un estudio en el que participan investigador@s de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), la Universidad Complutense de Madrid, la UNED y la Universidad del País Vasco.
El trabajo analiza 37 investigaciones publicadas entre 2000 y 2013 en las que se abordó la relación entre la participación parental en la educación y variables relacionadas con el rendimiento académico de los alumn@s. En total, la cifra de padres, madres  y estudiantes superó las 80.000 personas. Los menores cursaban educación infantil, primaria y secundaria.

“Hemos observado cómo algunas formas de participación de los padres/madres resultan más efectivas que otras”, explica Enrique Navarro, uno de los autores del estudio e investigador del grupo Neuropsicología Aplicada a la Educación (NyE), acreditado por el vicerrectorado de Investigación y Tecnología (UNIR Research).
Ayudarles a hacer los deberes es una cuestión controvertida. El trabajo revela que un mayor apoyo en las tareas escolares no implica que los niñ@s saquen mejores notas. “Son los estudiantes con mayores dificultades educativas los que necesitan este refuerzo por parte de sus padres/madres, pero no los demás”, matiza el investigador de UNIR.

Las variables analizadas fueron la participación general de los padres/madres en las tareas relacionadas con sus hij@s, la comunicación con ell@s respecto a cuestiones escolares, la supervisión de los deberes, sus expectativas hacia l@s menores, si leían con ell@s, si participaban en las actividades escolares y, por último, su actitud.

Para medir el rendimiento académico se tuvieron en cuenta, tanto las calificaciones generales de l@s alumn@s, como las relativas a matemáticas, comprensión lectora, ciencias, ciencias sociales, idiomas extranjeros y otras materias como arte o música.
El estudio también ha analizado el peso del nivel de ingresos de las familias y confirma que las rentas bajas se relacionan negativamente con el rendimiento escolar de los menores. Sin embargo, el papel de los progenitores puede darle la vuelta a la situación. “La participación familiar puede llegar a paliar las diferencias debidas a ese estatus socioeconómico”, asegura Navarro.
La investigación, publicada en la revista Educational Research Review, concluye que la implicación de los padres/madres cobra mayor importancia cuando l@s hij@s se encuentran en los últimos cursos de la educación obligatoria y no muestra diferencias en cuanto a la nacionalidad de las familias.


Fuente: SINC La ciencia es noticia.

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